Esto de la maternidad es un camino interminable y hermoso, que nos sorprende a cada recodo en esa rutina tranquila o con prisas que es el día a día. Y cada vez somos más sabias (más por viejas que por sabias), y cada vez aprendemos algo nuevo y a veces se nos olvida y cuando nos acordamos nos sorprende haberlo olvidado...
Con mi segundo hijo nací otra vez como madre para ese bebé que nació y que tan rápido está creciendo, y de nuevo como madre para ese hijo que ya tenía pero que se había convertido en hermano mayor... Con ellos descubrí que ser madre de dos no es sólo un poquito más que serlo de uno, y al mismo tiempo que dentro de mí había otra persona a la que tampoco conocía pero me interesaba mucho: una doula que pugnaba por salir y me demostraba que era exactamente quien yo quería ser.
Y este es un camino muy
parecido a la maternidad, difícil como pocos, porque aprenderlo supone
desaprender tantísimas cosas, y aprenderse de nuevo a una misma...
Hoy soy doula, y soy feliz. Y al mismo tiempo
soy una madre más, con todas mis dudas y todos mis agobios que me asaltan
a cada momento, con más todavía por la cantidad de información que me va
cayendo encima, que me voy echando encima porque me encanta, me importa, me
enseña, pero al mismo tiempo me demuestra lo lejos que estoy de saber todo lo
que querría saber, de ser todo lo que querría ser. Y sigo aprendiendo día a
día, de libros y otras publicaciones, y de las mujeres y madres que me
rodean y me descubren a diario tantas cosas que me maravillan.
Preciosa la manera de expresar la maternidad, felicidades
ResponderEliminarTe re-encuentro por aquí por casualidad y me alegro. Qué suerte tendrán las mamás a las que acompañes. Yo me considero afortunada de haber recorrido con Gael y contigo un trocito de vuestro camino.
ResponderEliminarAbrazos para los 4.